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En 1963 el psicólogo Stanley Milgram intentó comprobar la propensión de las personas para obedecer a la autoridad cuando le fuera ordenado lastimar o herir a otra persona. Para este momento, el mundo aún estaba tratando de entender que había pasado en Alemania durante la Segunda Guerra, que había causado tanto horror. A los sujetos de Milgram se le dijo que ellos serían «maestros» de un «aprendiz», que estaba secretamente dentro del experimento. Ellos debían darle descargas eléctricas al «aprendiz» si él o ella emitía una respuesta errónea. Peor aún, fueron obligados a elevar el nivel de la descarga si el «aprendiz» continuaba dando respuestas incorrectas.
Sin importar los gritos y llantos de los aprendices escondidos, los sujetos continuaron entregando fuertes descargas si se les ordenaba hacerlo por el experimentador de bata blanca. Continuaron, incluso cuando se les había dicho que habían dejado inconsciente a los aprendices. ¿La conclusión? Parece los humanos somos fácilmente manipulables para apartar consideraciones morales y éticas cuando somos ordenados a violarlas por la autoridad.
El profesor Milgram elaboró dos teorías que explicaban sus resultados:
- La primera es la teoría del conformismo, basada en el trabajo de Solomon Asch, que describe la relación fundamental entre el grupo de referencia y la persona individual. Un sujeto que no tiene la habilidad ni el
conocimiento para tomar decisiones, particularmente en una crisis, lo cual llevará la toma de decisiones al grupo y su jerarquía. El grupo es el modelo de comportamiento de la persona. - La segunda es la teoría de la cosificación (agentic state), donde, según Milgram, la esencia de la obediencia consiste en el hecho de que una persona se mira a sí misma como un instrumento que realiza los deseos de otra persona y por lo tanto no se considera a sí mismo responsable de sus actos. Una vez que esta transformación de la percepción personal ha ocurrido en el individuo, todas las características esenciales de la obediencia ocurren. Este es el fundamento del respeto militar a la autoridad: los soldados seguirán, obedecerán y ejecutarán órdenes e instrucciones dictadas por los superiores, con el entendimiento de que la responsabilidad de sus actos recae en el mando de sus superiores jerárquicos.
Estas teorías podrían esxplicar muchas de las situaciones que estamos viviendo en la actualidad social.